Hacinamiento en la UMSA

En promedio, en las aulas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) hay 52 estudiantes por cada docente, 22 más de lo recomendado por estándares mundiales, que establecen un máximo de 30. Sin duda, se requiere de mayor inversión para la contratación de docentes y una mejor infraestructura y equipamiento. Una tarea pendiente que va más allá de la “falta de recursos”.

Los últimos datos de la División de Sistemas de Información y Estadística de esta casa de estudios de La Paz, publicados por este medio, revelan también que el número de estudiantes matriculados cuenta con un incremento sostenido: de 77.457 hace tres años, a 78.219 en 2015 y a 78.228 en la anterior gestión. De esta última cifra, 52.095 alumnos provienen de colegios fiscales, 24.392 de privados y 1.741, no responden. Mientras que la cantidad de catedráticos es de 1.500.

En 2016 las carreras con más población estudiantil fueron Derecho y Ciencias Jurídicas (8.705), Contaduría Pública (5.152), Comunicación Social (4.771) e Informática (3.301); y las facultades más concurridas, la de Ciencias Económicas y Financieras (12.316), de Humanidades (10.838) y de Derecho y Ciencias Políticas (10.304)

Noticias de la UMSAAparte, un dato que sobresale es que, en promedio, cada docente enseña a 52 estudiantes por aula, algo que va en contra de los estándares internacionales que aconsejan un máximo de 30 por curso, de acuerdo con José Chuquimia, quien es jefe del Departamento de Presupuestos y Planificación Financiera de la UMSA. Inclusive se tiene información de que hay catedráticos que cuentan con entre 100 y 200 alumnos a su cargo.

Esto repercute en los resultados de los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Autoridades de esta universidad son conscientes de ello y alegan que la principal limitación es la falta de recursos económicos para la contratación de más docentes y el impulso para una mayor infraestructura y equipos, más aún con la caída de ingresos a causa de la reducción de los provenientes del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), prevista en 32% para la actual gestión.

Eso no es todo. Se calcula que a la UMSA ingresan 8.500 estudiantes nuevos cada año y que hasta 2.000 bachilleres se postulan para ser parte de algunas carreras de su menú curricular, pero el ímpetu de varios jóvenes debe ser restringido, en una buena parte precisamente por las limitaciones en cuanto a espacio y catedráticos.

Por ello, más allá de la falta de dinero, es necesario que esta entidad educativa impulse la agenda de sus planes a corto y mediano plazos para subsanar estas falencias. Sus importantes recursos no ejecutados que tiene en cajas y bancos pueden ser la base para esto, a la par de la ayuda gubernamental, siempre tomando en cuenta que ello no implica un gasto, sino una inversión para un mejor acceso a la educación, un derecho humano.// La Razón

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