Varios superordenadores se enfrentaron entre sí este jueves en el Cyber Grand Challenge, un evento virtual que pone a prueba la capacidad de las máquinas para detectar vulnerabilidades en el software. El concurso tuvo lugar en durante el DEF CON de Las Vegas, una conferencia anual de hackers que reúne a expertos en seguridad cibernética de todo el mundo.
Los superordenadores suponen un avance muy importante en la detección de vulnerabilidades. Si un equipo de investigadores humanos debe dedicar un año de media para encontrar este tipo de defectos en el software, las máquinas de última generación podrían realizar este mismo trabajo, detectando y arreglando los problemas en el código, en sólo unos meses, semanas e incluso días.
El Cyber Grand Challenge puso de relieve el potencial de las grandes computadoras. En esta ocasión, por primera vez, los únicos participantes en el concurso fueron los ordenadores y sus creadores se mantuvieron al margen de la competición. Se celebraron un total de 96 rondas en las que el objetivo era localizar y reparar los defectos y vulnerabilidades en el software. En realidad, estas pruebas se realizaron en cuestión de minutos.
Los superordenadores tuvieron que enfrentarse a varios bugs, como el heartbleed, cracjaddr Sendmail o el gusano Morris, viejos conocidos por los expertos en este campo. Funcionarios de DARPA, la Agencia de Defensa de Estados Unidos que patrocina el concurso, dijeron que gracias a este evento las máquinas se han posicionado como el futuro de la seguridad cibernética. “Hemos demostrado que la automatización es posible” dijo el director del programa Mike Walker.
Todavía está por ver si estas máquinas hipersofisticadas podrían desenvolverse con éxito en el mundo real. Por ejemplo, la mayoría de los ordenadores que participaron en el evento analizaron los defectos dentro de un sistema operativo simplificado. Esto es muy distinto a un sistema operativo real, donde el software es amplio y complejo y abarca todo un ecosistema de productos.
Pero los superordenadores podrían hacer frente a este desafío. Eso cree David Brumley, el diseñador de “Mayhem”, la máquina que se llevó el primer premio del concurso de este jueves. Ahora podrá participar en el gran premio de Estados Unidos donde está en juego una cantidad nada despreciable: dos millones de dólares.
A finales de esta semana se anunciará el ganador oficial, quien tendrá que enfrentarse contrajugadores humanos en una competición similar en el DEF CON. Walker cree que el escenario actual se parece a los primeros enfrentamientos entre ordenadores y ajedrecistas profesionales. En menos de una década, esos programas informáticos empezaron a ganar a los mejores jugadores de ajedrez del mundo. “La automatización no va ir sino a mejor” añadió el director del programa.// Computer Hoy
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