El docente dice con voz monótona: “No estás en Literatura para
ser escritor”. 7:30 y es invierno y 14 estudiantes cabecean (dos roncan).
Resultado del día de clases: siete abandonos, cinco reprobaciones, y los gemidos
inescrutables de una muchacha vestida de rockera que un año más tarde estudiará
Ingeniería electrónica.
La carrera de Literatura pertenece a la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Cada año ingresan
alrededor de 80 estudiantes. Egresan cinco o seis. Se titulan dos o tres. Otra
categoría: estudiantes limbo. Estudian más de siete años y aún cursan materias
de primer año.
Pregunta
malintencionada 1: “¿Para qué sirve estudiar Literatura en la UMSA?”.
Hipótesis 1: “Para ser escritor”. Respuesta de Carla A.,
estudiante de literatura: “Te daré nombres de escritores actuales que salieron
de Literatura… [Silencio incómodo] Creo que Rubén Luna, del grupo Veneno,
estudió en la carrera”.
Algunos escritores y sus estudios: Rodrigo Hasbún (Periodismo),
Edmundo Paz Soldán (Ciencias políticas), Wilmer Urrelo (Comunicación social),
Liliana Colanzi (Comunicación social), Sebastián Antezana (Literatura).
Respuesta malintencionada 1: Efectivamente: Literatura no forma
escritores. Por lo menos no forma escritores de valor (con valor).
Efectivamente: Rubén Luna estudió en Literatura.
Hipótesis 2: “Para enseñar Literatura”. Respuesta de Roberto
I., licenciado en Literatura: “Hay docentes que dan clases desde la fundación de
la carrera. Es como una logia o la mafia: uno puede ingresar si otro muere. O si
lo matan. O si desaparece. Quedan otras opciones: enseñar literatura en algunos
colegios particulares. O vender manillas”.
Datos: La Normal Simón Bolívar forma profesores para la escuela
pública o particular. Misión-visión de Literatura: “Formar profesionales…
haciendo posible una sistemática intervención en políticas educativas y
culturales que contribuyan a la formación de intelectuales en el país” (Falta:
Buscar la paz mundial).
Respuesta malintencionada 2: Literatura no forma profesores ni
docentes. No es su misión. No es su visión. No es su oferta académica. Otra
respuesta: es más fácil ingresar a la mafia.
Hipótesis 3: “Para ser el crisol de la crítica boliviana”.
Respuesta de José S., exestudiante de Literatura: “Saturno come a sus hijos. El
cuadro de Goya. La crítica literaria de la carrera es así. Ellos se
autocritican. Hacen críticas de sus libros. Hacen críticas de sus
investigaciones. Canonizan a sus amigos”.
Trabajos de un titulado en Literatura (verídico): Profesor en
colegio (nivel parvulario o primaria). Periodista (realiza notas de relleno en
un periódico. No conoce el valor del lead. No conoce el valor de los párrafos
cortos. Escribe como Heidegger. Piensa como Heidegger. Come como Heidegger o
Derrida). Editor (es más promotor que editor. Pero hay que ganarse la vida).
Taxista (escucha a Beethoven en su radio).
Respuesta de Patricia N., estudiante de Literatura: “Ser
docente es un buen negocio. Salen becas. Los docentes se postulan. Ganan becas.
Hacen maestría o doctorados. Viajan a otro país. Tienen un año sabático. Todo
pagado. ¿Conoces lo que es un uróboro? Es una serpiente que se come a sí misma.
Eso es Literatura. Es una vaca sagrada que se come a sí misma”.
Conclusión: La carrera recibe los fondos de los Impuestos
Directo a los Hidrocarburos (IDH). En dinero estamos hablando de Bs 103.266.253
(más o menos). Nómbrese un trabajo de la carrera de Literatura que cambió el
panorama de la Literatura del país en estos últimos años (que no sea un refrito
de Saenz o Arturo Borda).
Broma infinita: ¿Cuántos literatos se necesitan para colocar un
bombillo? Depende: ¿Cuánto cuesta el bombillo?
“Ser docente es un buen negocio. Salen becas. Los
docentes se postulan. Ganan becas. Hacen maestría o doctorados. Viajan a otro
país. Tienen un año sabático. Todo pagado.”// Mauricio Rodríguez - Los
Tiempos.com
1 Comentarios
Que triste la verdad
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