Tres ambientes componen el laboratorio de la Unidad de Identificación Genética de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) que desde septiembre brindará los servicios de pruebas de paternidad /maternidad, además de identificación de restos humanos.
La iniciativa comenzó a gestarse en 2013 con la adquisición de los equipos, informa el director de la carrera de Bioquímica, Bernardo Torrico.
"La Unidad de Identificación genética nos va a permitir trabajar en dos niveles, uno es la prestación de servicios y otro es la investigación científica. Las pruebas obtenidas tendrán validez en casos forenses si así se lo requiriera; el doctor Sergio Quispe, que tiene alta experiencia en el área, asumirá esa responsabilidad”, indica Torrico.
El laboratorio también tendrá una "función de servicio”, que se expresará en "brindar apoyo a las personas que no tengan muchos recursos económicos para realizar las pruebas”, explica Sergio Quispe, bioquímico e investigador responsable de la Unidad de Investigación Genética. En ese marco, este especialista, informa que se realizarán "trabajos de manera gratuita, a través de trabajo social, para las personas que lo necesiten”.
Durante la visita a este laboratorio, el uso y cambio constante de mandiles de trabajo, son necesarios para conservar las muestras sin contaminación.
La preparación de reactivos se realiza en la primera sala, un ambiente estrecho que está herméticamente cerrado. La toma de las muestras se puede realizar de varias formas. Las más comunes son con un isopo bucal (para saliva) y a través de sangre.
El recorrido continúa con la sala de aislamiento de material genético, donde, luego de extraer la muestra de ADN (de saliva, sangre o cualquier parte del cuerpo humano), se procede a ampliarla para proceder a su estudio. En el techo hay focos de luz ultravioleta, que se encienden luego de que sale la última persona del laboratorio. Esto se realiza para eliminar cualquier "agente contaminante”.
En la actualidad, el Instituto de Investigaciones Forenses, dependiente de la Fiscalía, realiza las pruebas de este tipo a requerimiento fiscal. Torrico destaca que la función de esta unidad también estará orientada a realizar contra-peritajes en caso de que las personas así lo requieran.
En relación con los costos de las pruebas de paternidad, que incluyen muestras de padre, madre e hijo/a, Torrico destaca que serán más económicos que en el IDIF (alrededor de 1.800 bolivianos). En el caso de identificación de restos humanos Quispe estima que los precios oscilarán entre los 3.500 y 4.000 bolivianos.
A decir de Torrico, los precios no son elevados, teniendo en cuenta que los equipos que se adquirieron son bastante onerosos. "Hubo un proceso de reactivación de este laboratorio. Se pusieron a punto los equipos, se compró el termociclador de ácidos nucleicos que permite ampliar el ADN, el cual costó 74.000 bolivianos, con recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos”, recuerda Torrico.
El secuenciador genético, el último paso para conocer los resultados, costó alrededor de 160 mil dólares. Es este aparato donde se colocan las muestras ampliadas junto a los reactivos que darán los resultados para su interpretación.
"El índice de confiabilidad es muy alto, de 99,99%. Nosotros trabajamos con los estándares más altos que se han establecido a nivel mundial en tema de identificación genética. Como universidad tenemos la labor de seguir investigando”, concluye Quispe.
Origen y las tarifas
Origen La iniciativa comenzó a gestarse el año 2013, según informa el director de la carrera de Bioquímica, Bernardo Torrico.
Los objetivos Los objetivos de este laboratorio son prestación de servicios, contribuir a la investigación científica, y estará orientado a realizar "contra-peritajes” en casos judiciales, en caso de que los clientes así lo requieran.
Los costos En relación con los costos de las pruebas de paternidad, los de este laboratorio serán más económicos que los del IDIF (alrededor de 1.800 bolivianos).
Las tarifas En el caso de identificación de restos humanos Quispe estima que los precios oscilarán entre los 3.500 y 4.000 bolivianos
Punto de vista
Williams Dávila
Exfiscal
Costos no deben ser elevados
Es necesario contar con este tipo de laboratorios siempre y cuando no sea sólo lucro, sino un servicio a la comunidad, en especial si se trata de la universidad. Debe estar orientado al servicio social porque si no, no serviría de nada. Es una alternativa que tratándose de una institución pública científica debe apoyar a la colectividad y, por supuesto, los costos no deben ser elevados
Paulino Verástegui
Abogado penalista
Se debe trabajar en protocolos
Es bueno que existan varios laboratorios. Esto debería obligar al Instituto de Investigaciones Forenses a fortalecerse y actualizarse. Debemos trabajar en uniformización de protocolos para que los estudios de la UMSA, el IDIF o laboratorios privados tengan la misma validez y consistencia. Es importante dar facilidades a la gente porque la oferta siempre rebasará a la demanda.// Página Siete (BO)
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